No amanecía aun
y entre mis agonizantes sueños,
despertaba ya el dolor
de mis recuerdos.
Al despertar...
ya mi primer suspiro
llevaba tu nombre
y con él recordé
que hoy, ya no te vería.
¿Como hacerte sentir
cuánto te amo?
Cerré entonces mis ojos
y apretando las manos
rogué que fuera posible,
que fuera posible la telepatía.
Que locura...
este sentimiento incontrolable...
Se me inundan los ojos
y aun que trato de no llorar,
no puedo evitarlo.
Van pasando las horas
pero estoy consiente
de cada minuto.
Ignoras mi sufrimiento
y me pregunto con esperanza
sí ¿a lo mejor lo sabes?
No volverás jamás
porque nunca fuiste mía
y seguirás ajena a tanto amor.
Me consuelo solo al saber
que al dormir,
...volveré a verte.